lunes, 21 de febrero de 2011

Capítulo primero... Invocación













































Nacido en Bulgaria, Günter Orzzo nunca hizo estudios académicos formales, lo cual no impidió que su talento se desarrollara desde muy temprana edad. A los 6 años realizó su primera exposición pictórica debajo de un puente peatonal, lamentablemente, no tenemos forma de mostrar las obras, puesto que se trató de una exposición de arte efímero que duró únicamente veinticuatro horas. Posteriormente se unió a un grupo de artistas callejeros con los que llevaba a cabo diferentes intervenciones artísticas, a los 16 años contrajo matrimonio con Fiona Jartowsky, que murió al año siguiente de una extraña enfermedad. Günter, desolado, se dedicó entonces a viajar por el mundo con la fortuna que su esposa le heredó y desde entonces ha sido uno de los artistas más representativos del nuevo movimiento del arte del cómic denominado slamcómic y en el que han participado las plumas más representativas de la historia de la literatura universal, la obra de Günter, muy rápidamente fue considerada como uno de los acontecimientos artísticos de mayor importancia para el nuevo siglo y su pensamiento crítico, revolucionario y atrevido lo ubicó como un personaje indeseable en muchos de los círculos de artistas que él solía frecuentar, y por supuesto, criticar abiertamente. En algunos países, la obra de Orzzo ha sido prohibida por instituciones católicas que la consideran de mal gusto y de intenciones subversivas, el viejo continente tuvo que enfrentar al Rimbaud del movimiento gráfico contemporáneo y no salió muy bien librado, todo esto llevó a Günter a convertirse en un exiliado perpetuo, en un viajero constante, en un artista del desencanto, su obra ha sido recogida por muchos artistas a lo largo de los últimos veinte años. Pero acaso su mayor logro se trata de la serie Pinkerton 19 y La chava que mataba zombies, slamcómic en donde se aborda, con el clásico estilo de Günter Orzzo, la decadencia de la vida moderna y la posibilidad de su revaloración siempre a partir de la poesía. Propuesto varias veces como ganador del Nobel de literatura, Orzzo ha declinado numerosas veces la oferta de que su obra sea premiada por importantes fundaciones, pues según él dice, un exiliado moderno no tiene nada que hacer sirviendo a otros intereses. Entre los artistas que han seguido su obra y han sido influidos por su espíritu encontramos a Svindüren Reihcctij, Gustavo Enrique Orozco, Iván Sergio Pimentel, M. Llosa, J. Rulfo, entre otros. La obra de Günter Orzzo, así como sus publicaciones de muy difícil acceso, dadas sus características, es como él lo ha dicho antes que otra cosa un estado del alma, es por eso que su relevancia para la época actual es trascendente y necesaria tanto para el crecimiento de las nuevas generaciones como para analizar y entender nuestro presente.